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En los gastos pequeño está el secreto del ahorro

En los gastos pequeño está el secreto del ahorro

¿Alguna vez se ha preguntado dónde se va su dinero cada mes? El sentimiento generalizado de las personas es que el salario se escapa de sus manos tan rápido como llega y, normalmente, todos nos quejamos de que el problema es el ingreso (es muy bajo, decimos), pero rara vez volteamos a ver qué sucede con nuestros gastos.

La base de unas finanzas personales sanas es realizar un presupuesto cada mes, en el que incluyamos todos los ingresos y cada uno de los gastos que hacemos: desde el más grande, como el pago de la hipoteca de la casa, hasta el más pequeño, como la compra de ropa ocasional.

Por lo general, no es en esos gastos grandes donde tenemos problema: ésos solemos tenerlos bien presentes porque representan una porción significativa del ingreso que tanto trabajo cuesta. No. El problema suele estar en los gastos pequeños, esos famosas salidas de dinero minúsculas, que se conocen como “gastos hormiga”.

Éstos son gastos que vamos haciendo a lo largo del día, cada mes y que, por ser tan pequeños, no nos percatamos que sumados implican una buena cantidad de dinero. Los ejemplos más comunes de gastos hormiga son: el café de la mañana que preferimos comprar en una cafetería, en lugar de llevarlo de la casa o tomarlo en la oficina; la compra de refrescos o bebidas gaseosas por las tardes que normalmente consumimos con un paquete de galletas o repostería; los desayunos ocasionales que debemos comprar por habernos levantado tarde, etc.

El secreto está en que como uno de estos gastos puede significar $1.00, $2.00 o $3.00 dólares, pensamos que es tan pequeño que ni siquiera vale la pena anotarlo y lo eliminamos completamente de nuestra memoria, menospreciando el costo. Como resultado, cuando faltan un par de días para el siguiente pago, ya no tenemos dinero y no sabemos dónde se fue: entre otras cosas, muy probablemente en los gastos hormiga.

Transformando el gasto en ahorro

Si usted tiene meses –o quizás años- tratando de ahorrar y simplemente no lo logra porque cree que no gana lo suficiente y lo que necesita es más dinero, le tenemos noticias: en los gastos hormiga hay una muy buena fuente de ahorro.

El dinero debe usarse como una herramienta que le traiga felicidad y satisfacción a largo plazo, entonces es momento de preguntarse si esos gastos hormiga que usted hace a lo largo del mes, realmente le hacen feliz o son, más bien, malos hábitos que debería eliminar y reemplazar por unos mejores.

Y es que, para casi todas las personas, los gastos hormiga van en detrimento tanto de su salud física (ni el café, ni el refresco, ni el cigarro nos hacen bien a la salud) como de su salud financiera. Así que si decide que ha llegado el momento de cambiar, dejar malos hábitos y comenzar a ahorrar, éstos son los pasos que debe seguir:

1.      Piense en su día a día y tome consciencia de cada uno de los gastos hormiga que tiene: ¿Cuántos son? ¿Cuánto suman en un día? ¿Cuánto suman en un mes?

2.      Revise su presupuesto –o haga uno, si es que no lo tiene- y anote sus ingresos y gastos, incluyendo un porcentaje (que puede ser el 10%) para el ahorro.

3.      Si no le alcanza, convierta una porción de sus gastos hormiga en ahorro. Puede comenzar con el 30% y luego, paulatinamente, ir bajando los gastos y subiendo el ahorro.

La mayoría de personas nos auto-engañamos pensando que cuando ganemos más, entonces sí vamos a poder ahorrar. Lo que los estudios muestran, sin embargo, es que cuando aumentan los ingresos, lo que aumenta es el gasto y no el ahorro. Por eso, el momento de comenzar a ahorrar es AHORA, convirtiendo los gastos hormiga en metas de ahorro.


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